CRIMEN ORGANIZADO EN EL NORTE Y ATAQUES “INTERPERSONALES” EN EL SUR: ¿CóMO VARíAN LOS HOMICIDIOS SEGúN LA ZONA DEL PAíS?

Más de mil víctimas de homicidios son las que contabilizó en el Informe Nacional de Víctimas de Homicidios Consumados entregado este lunes por el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, el que dio cuenta de una disminución de 6% en la tasa de asesinatos en el país. Pero el documento entregado por el Ejecutivo también demuestra los contextos en los que 1.246 personas perdieron la vida, así como también la variación que existe en este tipo de hechos según la zona del país en la que se cometan estos delitos.

En términos generales el informe elaborado por el Centro de Prevención de Homicidios y Delitos Violentos de la Subsecretaría de Prevención del Delito demuestra que la tasa de asesinatos durante el año pasado llegó a 6,3 por cada 100 mil habitantes 0,4 puntos menos que el 2022. Sin embargo, la caída reportada por el gobierno -quien tildó el reporte como “un quiebre en la curva”- también demuestra una variación a nivel regional.

Pese a que la zona norte sigue concentrando la mayor cantidad de este tipo de hechos, respecto al 2022 hay 11 de las 16 regiones que registran una caída: Los Ríos con -42,1% menos homicidios, seguida de Ñuble (-38,6%) y Arica y Parinacota (-29,7%). En caso contrario, las que aumentan son Aysén (64,3%), Magallanes (122,7%) y O’Higgins (4,5%).

Zona norte: más crimen organizado

Uno de los primeros datos que entrega el informe elaborado por la cartera dirigida por Eduardo Vergara, da cuenta que en la macrozona norte (Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama) la mayoría de los homicidios ocurre en contextos de crimen organizado, llegando al 39,3% de los casos.

Pese a que esa dinámica ligada a bandas criminales, como Los Gallegos en Arica, disminuye respecto al 2022, las denominadas de contexto “interpersonal” aumenta y llega al 37,4%. La mayor disminución en esa zona del país se da en los “hallazgos de cadáveres” que pasa de 21,9% el año antes pasado a 8,1%. Pero además la zona norte tiene otras particularidades. Y es que el aumento en el uso de armas de fuego va a al alza y en esa parte del país el 46,9% de los asesinatos ocurren con este tipo de objetos. En esta zona del país, la mayoría de los hechos ocurre con armas de fuego.

En esa zona del país, además, el promedio de víctimas extranjeras es mayor al promedio nacional que es del 16%. Por ejemplo, en Arica y Parinacota, esa cifra llega al 29,9% y en Tarapacá al 31,9%. Además en esa región el 76,7% de este tipo de hechos ocurre en la vía pública, una de las cifras más altas del país.

Jorge Araya, académico de la Universidad de Santiago y exdirector de Seguridad Pública del Ministerio del Interior explica que “cada lugar del país requiere un enfoque distinto. En el norte de Chile sabemos que el problema de los migrantes es muy fuerte, el tráfico de drogas, la trata de personas, digamos, está siendo especialmente grave en el norte y ahí requiere un tipo de estrategia”.

Zona centro: “ataques interpersonales”

A diferencia de lo ocurre en el norte, en la macrozona centro (Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins, Maule), el uso de armas corto punzante es algo que va al alza durante el 2023, llegando al 37,3% de los casos, pese a que el 44% de los hechos ocurre con un arma de fuego. En estas zonas, además, se ve una disminución considerable de las víctimas de origen extranjero.

Sin embargo, la mayor diferenciación que existe con el extremo norte del país es el contexto. Y es que en la zona centro, el 47,2% de los hechos ocurre en contextos “interpersonales”, reportándose una cifra superior al 44,8% del 2022. Aumento que también se refleja en el crimen organizado, donde se pasó de 29% el año antes pasado a 35,3% el 2023. Los hallazgos de cadáveres, sin embargo, bajan.

Al detalle, en la Región de Coquimbo, por ejemplo, el 57,7% es un asesinato directo y no ligado al crimen organizado. Cifra que se ve reducida en la Región de Valparaíso, donde hay un aumento en los asesinatos cometidos por organizaciones delictuales llegando al 37,5% de los casos. En esa región, el 92,6% de las víctimas son chilenas. Tendencias que se repiten en la Región de O’Higgins.

A juicio del exfuncionario de Interior, el combate a la delincuencia debe diferenciarse por región y comuna, ya que “los delitos no son iguales en todas partes del país. En el sur de Chile existe el abigeato, delito que prácticamente no existe en el norte, en Santiago no va a existir ese delito”.

RM: el predominio de las armas

La Región Metropolitana es una de las zonas que se mide por separado. Y es que, si bien la mayoría de los asesinatos ocurre en la capital, también existe una diferenciación respecto a lo que ocurre en el resto del país.

En esta región, según el informe de Interior, ocurre la mayor cantidad de asesinatos realizados con armas de fuego, utilizándose este tipo de armas en el 62,3% de los casos, la mayor tasa a nivel país. En la capital, además, pese a que existe una disminución, el 40% de los hechos de violencia está ligado al crimen organizado. Además, el 72,2% de los asesinatos ocurre en la vía pública y el 91,7% de las víctimas son chilenos.

El exgeneral de Carabineros Aldo Vidal, experto en seguridad apunta a que la capital “es el centro operativo, económico y comercial, a partir de su tamaño su posición geográfica, su densidad y su población, lo que permite la activación del crimen organizado a gran escala, por lo tanto, a mayor volumen de bandas, mayor la presencia de armas de fuego”.

Araya por su parte apunta que en la RM “se han asentado bandas criminales más peligrosas, porque hay un mercado mucho más grande para comercializar droga y todo lo demás, por lo tanto han llegado las principales organizaciones criminales, han querido llegar a Santiago, están operando en Santiago, y ellas tienen mucho manejo de armas”.

Macrozona Sur

Pese a que la Macrozona Sur (Ñuble, La Araucanía, Los Lagos y Los Ríos) representa alguna de las regiones con la menor cantidad de hechos, estas igual tienen ciertas particularidades respecto a cómo ocurren estos hechos. En esa zona del país, pese a que disminuye, existe un predominio de la utilización de las armas de fuego (48,8%) para ejecutar estos delitos y el empleo de armas corto punzante va a la baja.

Respecto a los contextos, en esa zona del país la mayoría de los casos sigue siendo en contextos interpersonales, lo que representa el 45,9% de los asesinatos. En la Macrozona Sur el 30,8% de los hechos está ligado al crimen organizado.

A nivel interno, también existe una diferenciación. Y es que regiones como la del Biobío tienen, por ejemplo, mayor preponderancia a homicidios ligados al crimen organizado (33%), a diferencia de Los Lagos donde este tipo de hechos representa el 21,4% de los contextos. Además, en regiones como la de Los Ríos el 100% de las víctimas de asesinatos son chilenos, y existe un empate del 38,9% de los lugares en los que ocurren los homicidios, es decir, en la vía pública o en domicilios.

Pilar Lizana, experta en seguridad de Athena Lab explica que “en el caso de la zona sur, se ha dado menos el desarrollo del crimen organizado porque está más alejado de los puntos de interés global y de las rutas globales, por ejemplo, de narcotráfico. Si miramos tráfico de personas, tampoco hay una gran presión migratoria en el sur que pueda dar origen a un mercado ilícito de tráfico de migrantes”. Sin embargo, agrega que “si miramos la región del Biobío también tendría crimen organizado asociado a mercados criminales, por ejemplo, de la madera o del robo de pescado, y eso tiene que ver también con el rol del puerto de Talcahuano”.

“Hay muchos delitos de lesiones graves o homicidios que se cometen en riñas, esas riñas suelen ocurrir ligadas al consumo de alcohol y eso es más típico normalmente en zonas rurales del país, se da en términos relativos con mayor frecuencia que en la ciudad”, explica Araya.

Macrozona Austral

Ya en la Macrozona Austral del país (Aysén y Magallanes), a diferencia del resto del país, la mayor cantidad de hechos ocurre en contextos “interpersonales”. En esa zona del país, dicha cifra alcanza el 63,5% de los hechos, pese a que se reporta una caída respecto al 2022.

En el extremo sur del país el 50% de los asesinatos ocurre con armas corto punzante, mientras que el arma de fuego se utiliza en el 15,4% de los hechos. A nivel regional, por ejemplo, en Aysén el 54% de este delito ocurre en domicilios particulares y todas las víctimas durante el 2023 fueron chilenos. En Magallanes por su parte, el 77,8% fueron ataques interpersonales, todos chilenos y sólo el 22,2% de los casos fue en la vía pública.

Vidal explica que en el norte los pasos no habilitados, “permiten el ingreso de indocumentados que se quedan en las ciudades más próximas, participando directa o indirectamente en los delitos de homicidios que son asociados a disputas territoriales, crimen organizado, ajustes de cuenta y/o sicariatos. En cambio en el sur de chile las condiciones climáticas, el aislamiento son muchas ve es los detonantes para los delitos intramuros”.

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